miércoles, 19 de agosto de 2015

Rápido y Furioso: La naturaleza Estratégica del medio Digital



El medio digital es altamente posesivo, impresionantemente celoso. Si no le das la atención que exige pasa la factura, te deja atrás.
Quienes en algún momento hemos estado en contacto con el mundo de la comunicación y el marketing no dejamos de sorprendernos. Y es que tradicionalmente el método y la técnica que se han requerido para alcanzar cierta efectividad dentro de  los demás medios son mucho más estables. Se pueden establecer patrones, prever al consumidor, sus gustos, anticiparse.  Es más, en estos casos es el mismo comunicador el que dicta la moda, la tendencia.
En cambio en el medio digital las cosas cambian en un solo momento. Los canales varían sus políticas, sus algoritmos. De repente aparecen otros que hay que investigar y en muchos casos aprovecharse de  la viralidad que generan… por algunos días.  El usuario cambia sus hábitos de consumo o éstos son variados adrede por los mismos canales. Las tendencias duran horas,  días en el mejor de los casos. El material con el que nos educábamos el año pasado hoy es obsoleto.
Y en consecuencia hay que variar inmediatamente las tácticas previstas para el cumplimiento de una estrategia. Es más, es importante hacer revisiones periódicas de los objetivos y las audiencias con las que nos vamos a comunicar, precisamente por la naturaleza de un medio tan cambiante.
¿Cuál es la naturaleza de este medio? La horizontalidad de la comunicación, diferenciador principal por sobre todos los demás. La tan trillada “conversación” que no es más que un usuario empoderado. Un consumidor de contenido más que de marca que está en la capacidad y disposición de decirnos nuestras cuatro verdades.
Quienes vivimos bajo este ritmo estamos acostumbrados a la vertiginosidad. Conocemos a nuestra caprichosa pareja y sabemos que si no damos la talla estamos expuestos a una cara factura. Porque defraudar a esta criatura puede significar una herida muy difícil de sanar en una marca, en un cliente, en nuestra propia reputación. Un precio que no estamos dispuestos a pagar, no queremos perder al amor de nuestras vidas!